La Tasa de Mortalidad Infantil (TMI), que determina la cantidad de niños menores a un año de edad fallecidos en un año, aumentó en las regiones sanitarias más pobres del territorio bonaerense indicó la Fundación Soberanía Alimentaria alertó. 

En 2015, la TMI había descendido a  9,86, el piso histórico. "con los datos disponibles es posible estimar para 2016 una TMI de 9,9 defunciones cada mil nacidos vivos, aunque no se conocen aún las causas", indica el informe que consignó el sitio web Diagnolaes. 

Al respecto, el Nicolás Kreplak, afirmó que “la situación empeora en los distritos más pobres y disminuye en los más ricos”.

Los índices en localidades como San Isidro fueron bajos e inclusive se redujeron, pero en el conurbano bonaerense aumentaron. “También aumentó mucho la diferencia entre el interior de la provincia y el conurbano bonaerense, se ve una gran desigualdad”, apuntó en diálogo con Radio Caput. 

El área de Salud representa para 2018 un 1,94 por ciento del presupuesto nacional y se ubica por debajo del 2,3 por ciento anterior, explicó el presidente de la Fundación Soberanía Alimentaria. Sobre estos datos subrayó: “El Estado compra 5000 kilos de leche menos, cubre 135.000 personas con discapacidad menos, baja el 72 por ciento de los operativos territoriales de salud y reduce el 60 por ciento el presupuesto de salud para los adolescentes”.

“Se redujo la brecha del noroeste y la zona centro, además se acercaron los valores de las zonas más desfavorecidas a las más desarrolladas”, aseguró sobre los datos de la última década respecto a la mortalidad infantil.

Las cifras en la Ciudad de Buenos Aires, donde el indicador aumentó un 1,2 por ciento, repitieron la desigualdad reflejada en la provincia. “Los barrios linderos al Riachuelo duplican y en algunos casos triplican a los datos de barrios como Recoleta, Retiro o Palermo”, sostuvo Kreplak.