Ante la ansiedad de los padres,  las ecografías permiten ver qué está pasando dentro de la panza de la mamá. Pero Tatiana Guerra es ciega desde los 17 años y solo tenía que contentarse con lo que le contaba su médico e imaginarse cómo sería Murilo.

Sin embargo gracias a la tecnología de impresión 3D, esta joven madre pudo vivir un momento único y palpar la ecografía de su hijo no nacido.

Un verdadero momento emocionante y único gracias a la tecnología y a unos médicos que tuvieron una idea maravillosa.