El componente GPS de algunos accesorios para hacer ejercicio, como la pulsera Fitbit, dio cuenta de los desplazamientos geográficos procedentes de los militares estadounidenses que habitualmente utilizan estos accesorios para hacer deporte y entrenar. 

Aunque no es información actualizada en tiempo real, lo cierto es que representa una posible amenaza de seguridad para los soldados desplegados en zonas de conflicto.

Fue Tobias Schneider, analista de seguridad y uno de los primeros en llamar la atención sobre el mapa, quien en su cuenta de  Twitter destacó que en Siria, por ejemplo, bases de la coalición anti-ISIS están muy iluminadas, mientras que las de los rusos brillan ligeramente.

El Departamento de Defensa norteamericano está "revisando" la situación, según ha informado France Presse. El mapa, iluminado con luz amarilla en las zonas con usuarios activos, fue divulgado en noviembre de 2017, aunque no fue hasta este sábado cuando Strava contextualizó la información. Hasta el momento registra 1.000 millones de actividades y tres billones de puntos GPS a lo largo de dos años.

Un leve “zoom” en el mapa permite observar recorridos enteros en los alrededores de conocidas bases militares estadounidenses, como Kandahar (Afganistán), y reflejan los trayectos de soldados cuando salen a correr o patrullar. Pero otros puntos de luz, también rodeando misteriosas pistas para aviones, ponen en evidencia la ubicación de bases secretas, como destacó el analista de conflictos Nathan Ruser, citado por The Washington Post.

El Ejército todavía no se ha pronunciado al respecto pero en el pasado el Departamento de Defensa ha incentivado el uso de estos accesorios para incentivar el ejercicio en las bases que ahora podría jugarles en contra en términos de estrategia.