El Gobierno de Suecia despidió a la cúpula directiva del Karolinska por contratar y mantener en su puesto al cirujano italiano Paolo Macchiarini que saltó a la fama en 2010 y que luego obtuvo mayor reconocimiento por realizar "trasplantes de tráqueas sintéticas con una nueva técnica basada en células madre entre 2011 y 2012".

El escándalo se desató cuando  una investigación externa sobre mala praxis reveló lo ocurrido en Karolinska y señaló la muerte de dos pacientes, y de otro que sigue hospitalizado y en estado grave en Estados Unidos, aunque el instituto mantuvo en su puesto a Macchiarini hasta marzo de este año cuando finalizó su contrato; hasta que el cirujano desapareció. 

Bo Risberg, profesor emérito de cirugía en la Universidad de Gotemburgo y experto en ética científica ha bautizado el caso como “un Chernóbil de la ética para el Karolinska”.

Muchos científicos sostienen que el premio Nobel de Medicina no debería otorgarse durante dos años, como reconocimiento del escándalo y también por respeto a los fallecidos.