Los microfósiles muchas veces son difíciles de estudiar, pero a pesar de su tamaño la información que contienen puede ser extremadamente valiosa para comprender el origen de la vida en nuestro planeta. 

Científicos de las Universidades de Wisconsin y UCLA, de Estados Unidos,  pudieron- a partir de un fósil hallado en 1982 en un depósito de Apex Chert en Australia Occidental- confirmar que había vida en la Tierra hace más de 3.500 millones de años. 

El estudio fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences y se basa en unos fósiles microscópicos, los más antiguos jamás encontrados, descubiertos en la astilla de una roca. Y son, de hecho, la primera evidencia directa de vida en nuestro planeta.

Uno de los microfósiles descubierto en una muestra de roca recuperada del Apex Chert (University of Wisconsin)
Uno de los microfósiles descubierto en una muestra de roca recuperada del Apex Chert (University of Wisconsin)

El análisis dirigido por J. Williams Schopf, profesor de paleobiología de UCLA, y John W. Valley, profesor de geociencia en la Universidad de Wisconsin, describe 11 especímenes microbianos de cinco taxones (cada una de las subdivisiones de la clasificación biológica, desde la especie, que se toma como unidad, hasta el filo o tipo de organización) separados, vinculando sus morfologías a las firmas químicas que son características de la vida.

Algunos de los restos representan bacterias y microbios ahora extintos de un dominio de la vida llamado Archaea, mientras que otros son similares a especies microbianas que aún se pueden encontrar en la actualidad. Los hallazgos también sugieren que cada uno de estos organismos podría haber sobrevivido en un planeta sin oxígeno.

El equipo de Valley tardó casi 10 años en desarrollar los procesos para analizar con precisión los microfósiles. Los fósiles eran tan antiguos y raros que nunca antes habían sido sometidos al análisis de un espectrómetro de masas. Previamente, los expertos tuvieron que pulir minuciosamente la muestra original lo más lentamente posible para que se vieran los delicados fósiles y sin destruirlos.