Se trata de la segunda generación de una nave cuya primera versión voló durante 26 horas consecutivas, recorriendo los Estados Unidos de costa a costa, en 2010.

¿Cuál es el secreto de la increíble hazaña tecnológica creada por el inventor Bertrand Piccard? Cuenta con unas alas de 72 metros –más grandes en unos cuatro metros que las de un Boeing 747– y está cubierto de una fina capa de fibra de carbono que alberga 17.248 células solares, lo que le imprime una autonomía de vuelo de hasta cinco noches y cinco días.

En su primer vuelo de prueba, la nave voló dos horas y 15 minutos, y se prevén pruebas similares durante los próximos diez meses antes de circunvalar la Tierra en 2015, según informó la agrencia EFE.

La velocidad máxima a la que podrá navegar será de 90 kilómetros por hora a nivel del mar y de 140 kilómetros por hora a su altitud máxima de 8.500 metros.

André Borschberg, el ingeniero jefe del proyecto, se alternará con Piccard en la cabina durante el trayecto alrededor del mundo, como hicieron en todas las travesías con el primer prototipo del avión.

Según el plan, el Solar Impulse II comenzará su travesía en marzo del 2015 en el Golfo Pérsico, para atravesar el Mar de Arabia, la India, Birmania, China, el Océano Pacífico, Estados Unidos, el Océano Atlántico, el sur de Europa o África del Norte, y volver finalmente al lugar de donde partió.

En mucho menos tiempo que el imaginado alguna vez por Julio Verne, por supuesto.