El asteroide, de más de 500 metros de diámetro, conocido como 2003BL86, pasará hoy a 1,2 millones de kilómetros de la Tierra, una distancia equivalente a unas tres veces de la que hay hasta la Luna -384.400 kilómetros-.

Desde la NASA advirtieron que será un gran espectáculo, a pesar de que en números astronómicos la distancia es poca. "Es una oportunidad única para observar y aprender que no representa una amenaza para la Tierra", aseguraron desde el Programa de Objetos Cercanos a la Tierra que la agencia del gobierno estadounidense tiene en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California.

Además, desde la NASA agregaron que en "el futuro previsible", el asteroide no afectaría al planeta y que recién dentro de 200 años su órbita podría volver a aproximarse todavía más.

La roca espacial fue descubierta en enero de 2004 por telescopios del programa Lincoln Near-Earth Asteroid Research, instalados en Nuevo México, y es considerado literalmente un "desconocido" en el mapa espacial, motivo por el cual los astrónomos emplearán su más moderno sistema de microondas para analizar sus características, que podrán divisarse desde la Tierra con largavistas de relativa potencia y con telescopios de aficionados.

Se espera que en 2027, otra roca de grandes dimensiones se aproxime al área terrestre. En esa oportunidad, será el asteroide 1999AN10.

"Los asteroides son algo especial. No sólo le dieron a la Tierra los fundamentos básicos de la vida y gran parte de su agua sino que se convertirán algún día en fuentes valiosas de minerales metalíferos y otros recursos naturales vitales", expresó Don Yeomans, gerente de la Oficina del Programa de Objetos Cercanos en el Laboratorio de Propulsión a Chorro.