El pasado mes de septiembre, Twitter puso en marcha “un experimento” en el que permitía que determinados usuarios tuitearan en 280 caracteres. 

En ese momento se generó una divisoria de aguas entre quienes veían un verdadera oportunidad de modificar la forma de interactuar en esa red social y quienes creían que justamente una de las ventajas de Twitter era su brevedad, hasta hace poco limitada a 140 caracteres. 

Los especialistas que trabajan en usabilidad de la red aseguraron  que el 5,3 % de los tuits en español y el 9 % en inglés alcanzaba el límite de 140 rápidamente, lo que reflejaba el “reto” de comprimir un pensamiento en una actividad que “a menudo” requería invertir “mucho tiempo” para editar, hasta el punto en el que muchas veces el usuario no enviaba el tuit. 

Los responsables de la red social reconocen que durante los primeros días del experimento“mucha gente tuiteó llegando al límite total de los 280 caracteres porque era la novedad” pero el comportamiento se normalizó poco después y ahora varía entre los 140 y los 280. 

Cuando tuitees vas a notar que te aparece un circulito- no el número de caracteres pendientes como pasaba antes- al costado del mensaje y se va llenando a medida que vas llegando al límite. 

EFE.