No es la primera vez que habla sobre el tema, teniendo en cuenta que desde hace décadas sufre de esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad que con el tiempo se agrava y desde hace años le impide moverse o siquiera hablar, por lo que se comunica con un sintetizador de voz.

En entrevista con la BBC, Hawking reconoció que "consideraría el suicidio asistido sólo si padeciese un gran dolor, si sintiese que no tengo nada más que aportar o si fuese una carga para aquellos que me rodean".

En ese sentido, agregó que "mantener con vida a alguien en contra de su voluntad es una indignidad", por lo que, a los 73 años, no duda en mostrarse favorable al suicidio asistido bajo las circunstancias que él mismo mencionó.

También reconoció que tiene momentos en que se siente deprimido y cansado, y que tiene dificultades para entablar vínculos con desconocidos. "Me resulta difícil hablar con gente que no conozco", dijo.

Sobre sus limitaciones físicas, el autor de 'Breve historia del tiempo' y 'El gran diseño' dijo que "me gustaría poder nadar de nuevo", añadiendo que "cuando mis hijos eran pequeños también echaba de menos no poder jugar con ellos".