El 23 de diciembre pasado y tras cinco días de toma del Ministerio de Ciencia, los trabajadores del Conicet lograban imponer su contrapropuesta de ingreso de los 508 becarios que el Gobierno buscaba dejar sin trabajo: se acordaba que mantendrían sus puestos en la estructura del organismo, al menos hasta diciembre de 2017.

Sin embargo, las autoridades oficiales terminaron por no respetar lo acordado y la lucha prosigue. Así lo denunció la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), asegurando que continúa "el conflicto en el CONICET ante la ausencia total de respuestas de las autoridades", no obstante "las presentaciones gremiales realizadas en enero para que se reabra la mesa de negociación" implementada en diciembre.

Los dirigentes gremiales indicaron que participaron en "la primera reunión de la Comisión Mixta de Seguimiento del ingreso de los postulantes" al organismo científico para analizar "la inserción laboral de 508 investigadores reincorporados", pero "las autoridades no plantearon propuesta alguna".

"Con total improvisación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT) modificó sin aviso previo la lista original y eliminó de la negociación a 19 trabajadores que, desde marzo, no tendrían ingresos por supuestos errores administrativos de la gestión", aseveró el sindicato, que exigió respetar el acta.

Conadu también rechazó "la intención oficial de comunicarse de forma individual con cada afectado para definir su destino laboral, desconociendo así el rol de la comisión", por lo que los trabajadores ratificaron la continuidad del conflicto gremial.

La organización gremial acusó a las autoridades de "desidia, falta de seriedad e inoperancia" y rechazó "el ajuste del financiamiento de esas áreas" y "los techos paritarios" que, lejos de promover "el diálogo, profundiza el conflicto", dijo Federico Montero, secretario gremial de Conadu.