Hasta el momento era conocida como “Persona desconocida E” y fue descubierta por Gaston Masparo en 1886. Popularmente se la conocía como “la momia que grita”, en obvia alusión a su expresión facial, congelada por el tiempo.

Ahora, finalmente y después de 3.000 años desde que fuera momificada, se conoce la identidad de una de las momias egipcias más famosas. Y las causas de su muerte y de su espeluznante expresión.

Se trata del príncipe Pentewere, condenado y ahorcado por su papel en el asesinato de su padre, Ramsés III, quizá el faraón más prominente y último soberano importante del Imperio Nuevo de Egipto, que gobernó desde 1184 hasta 1153 a.C.​

El egiptólogo Zahi Hawass fue quien, en declaraciones al periódico Al-Ahram Weekly, confirmó los resultados de las pruebas de ADN: Pentewere está cubierto con piel de oveja, lo que “significa que no estaba limpio, hizo algo (malo) en su vida", reveló.

Algo tan malo como conspirar para asesinar a su propio padre, por lo que sus manos y pies estaban atados y no se le dio un proceso de momificación tradicional. "Simplemente lo dejaron secar en natrón y luego le echaron un poco de resina en la boca abierta", informa el citado dierio.

Por primera vez, esta momia se exhibe hasta el 18 de febrero en el Museo Egipcio de El Cairo, como parte de una exposición temporal especial que muestra partes de la colección que no se habían visto antes.