La noticia de la existencia de un universo paralelo donde el tiempo iría hacia atrás circuló ayer pero lo cierto es que esta investigación no depende de la NASA.

El informe difundido sobre el hallazgo de un universo existente a la par del nuestro fue el resultado de una lectura inadecuada de un artículo publicado meses atrás.

La información surge de la investigación producida por científicos que analizan los resultados que lanza el radar Anita para captar rayos cósmicos ubicado en la Antártida.

Peter Gorham, profesor de física de la Universidad de Hawai, en los Estados Unidos forma parte del equipo de científicos que trabajan en la Antenta Antártica de Impulso Transitivo que está financiado por la NASA .

Según cuentan en dicho artículo, Anita es "un radiotelescopio para detectar neutrinos de rayos cósmicos de energía ultra-alta desde un globo científico que vuela sobre la Antártida". Se trata del "primer observatorio de neutrinos de cualquier tipo".

Un tiempo antes, en una entrevista con su universidad en 2018, Gorham explicó que es probable que su equipo haya descubierto un nuevo tipo de partícula y que, por lo tanto, estemos ante un nuevo modelo de la física.  

En el artículo de New Scientist, Gorham dice que una hipótesis que surgió era una "con la que no todo el mundo estaba cómodo". La existencia de un universo paralelo es apenas una de las hipótesis que tratan de explicar el origen de los rayos de neutrinos que detectaron científicos en la Antártida.