Qué hábito te hace sentir muy productivo pero los médicos avisan que puede afectar tu salud
El cuerpo y la mente, si bien se saben adaptar, tienen límites que no deben ser pasados por alto.
En la búsqueda constante por ser más eficientes y aprovechar al máximo el tiempo, muchas peresonas incorporan hábitos que les dan la sensación de estar cumpliendo con sus metas de productividad. Ya sea en el trabajo, la casa o en los estudios, hay ciertas conductas que terminan a la larga afectando a tu Salud.
Expertos han comenzado a advertir sobre los efectos secundarios de algunas prácticas muy comunes que, aunque está motivadas por ser “más productivo”, pueden derivar en consecuencias negativas.
Cuál es el hábito que los médicos recomiendan evitar y muchos confunden como aprovechar el tiempo
A fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI, la productividad se convirtió en el principal indicador del éxito, tanto a nivel laboral como personal. Resolver múltiples tareas o mantener una rutina cargada de actividades es sinónimo de eficacia y de una “vida bien aprovechada”.
Desde la infancia, con agendas llenas de actividades extracurriculares, hasta las actividades de ocio planificadas, todo parecía orientado a hacer más en menos tiempo. Este estilo de vida fue reforzado por el FOMO (miedo a perderse algo), potenciado por las redes sociales.
Así, la presión por estar siempre activos dejó de ser exclusivo para el trabajo y pasó también a determinar el nivel de realización personal.
Frente a este paradigma, el movimieto slow life propone una mirada opuesta: Desacelerar para desconectarse. Como explica la psicóloga Rocío Ramos Paul, se trata de cambiar de actitud, de vivir más a conciencia. Esto no significa caer en la inactividad, sino más bien recuperar la capacidad de estar presentes, de disfrutar lo simple, como mirar por la ventana o compartir un instante con niños, como señala la psicóloga Maritchú Seitún.
Este cambio de ritmo, sin embargo, puede traer consigo cierta incomodidad. Estar verdaderamente presentes abre la puerta a preguntas profundas sobre el sentido de la vida y nuestras elecciones, al no tener las distracciones habituales como escudo.
Gonzalo Pereyra Saez, autor de Mindfulness paso a paso, reflexiona que en una cultura que glorifica la actividad constante, detenerse o simplemente hacer una sola cosa puede parecer “improductivo”. Ocurre, sin emargo, que es precisamente en esos espacios de calma donde nacen las relfexiones más profundas y genuinas, y donde puede habitarse el vacío sin miedo, con curiosidad.