En épocas de vacas gordas siempre sobra comida en los restaurantes. Son alimentos que se tiran y podrían aprovecharse para poder alimentar a millones de personas que todas las noches se acuestan con hambre.

Sin embargo el ingenio se unió a la tecnología y se creó una aplicación para poder comprar esa comida a precio más barato. Lo que por ahora no se tiene en cuenta es que la situación económica de crisis de consumo hizo que los restaurantes solo encarguen y preparen exactamente lo que es requerido, y las sobras son mucho menores de las esperadas.

Por otro lado, esta aplicación estaría ocupando un espacio que podría ser aprovechado por el Estado para encargarse de que ese residual sirviera para paliar el hambre de los más necesitados sin que tuvieran que pagar nada por esa comida.