En plena lucha contra el smog, China plantó en la ciudad de Xian, capital de la provincia de Shaanxi, una torre de 100 metros de altura conocida como “el purificador más grande del mundo”, con el que planea mejorar la calidad del aire.

Se trata de una construcción que podría reducir un 15 por ciento las partículas contaminantes finas, consideradas como las más perjudiciales para la salud, según informó el diario South China Morning Post.

La gigantesca torre produce 10 millones de metros cúbicos diarios de aire limpio desde mayo de 2016, cuando comenzó a funcionar, de acuerdo con la explicación que brindó Cao Junji, quien está a cargo del proyecto del Instituto del Medio Ambiente de la Tierra de la Universidad de Ciencias de China.

Todos los equipos ocupan 2.580 metros cuadrados y se alimentan de energía solar, mientras que varios invernaderos que se encuentran en su base atraen el aire contaminado para que se pueda purificar. Entre los gases que filtra se encuentran las partículas PM 2,5, óxido y dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, que provocan la formación de smog.

El de Xian no es el primer proyecto de este tipo en China, y de hecho Cao y sus colegas planean construir otras torres en otras ciudades, con 500 metros de altura y 200 de diámetro. En 2016, el artista neerlandés Daan Roosegaarde había instalado una de 7 metros para realizar esta labor en el parque 798 de Pekín, produciendo alrededor de ocho metros cúbicos de aire por segundo.