El último número de Nature Biotechnology da cuenta de la primera demostración de esa nueva tecnología, empleada con modelos de ratón en casos de cáncer de mama, de ovario, pulmón y melanoma, en la que se utilizó nanorobots para buscar y destruir los tumores cancerígenos. 

Hao Yan, director del Centro de Diseño Molecular de la Universidad de Arizona, indicó que el equipo ha desarrollado “el primer sistema robótico de ADN totalmente autónomo” en terapias para el cáncer y que esa tecnología “es una estrategia que puede usarse para muchos tipos de cáncer”.

El grupo investigador logró superar el obstáculo que implicaba que los diminutos robots inyectables logren diferenciar las células sanas de las enfermas; para ello trabajaron durante cinco años y lograron que se recorte el suministro sanguíneo del tumor induciendo la coagulación de la sangre con un sistema robótico totalmente programable.

“Estos nanorobots se pueden programar para transportar cargas de moléculas y ocasionar bloqueos de suministro sanguíneo de los tumores, que pueden derivar en la muerte del tejido y en la reducción del tumor”, destacó otro de los expertos, Baoquan Ding.

Los científicos inyectaron en los ratones células cancerosas humanas para inducir el crecimiento del tumor agresivo y cuando éste aumentaba de tamaño, se introducían los nanorobots que resultaron seguros y efectivos en su reducción. Tampoco se detectaron evidencias de que esos nanorobots se extendieran al cerebro, donde podrían ocasionar efectos secundarios no deseados, como una apoplejía.

El tratamiento, según el estudio, bloqueó el suministro sanguíneo del tumor y generó, en 24 horas, daños en el tejido del tumor sin ocasionar ningún efecto en los tejidos sanos.

Hao Yan destacó que “en el modelo de ratón con melanoma, el nanorobot no solo afectó al tumor principal, sino que también evitó la formación de metástasis, mostrando un potencial terapéutico prometedor”.

EFE