"Hola Tierra. ¿Puedes oírme?", tuiteó la misión Philae Lander, para preguntar después, en su habitual tono desenfadado y personalizando del robot: "¿Cuánto tiempo he estado dormido?".

La sonda Rosetta, que orbita a unos 20 kilómetros del cometa, recibió una señal de 40 segundos procedente del Philae, lo que indicaría que sus baterías se han reactivado y que el aparato ha podido resistir las condiciones climáticas y ambientales.

"La buena noticia llegó en medio de la noche, cuando Philae respondió a nuestras llamadas. Tuvimos alrededor de dos minutos de enlace entre Rosetta y Philae, y 40 segundos de datos. Ahora hay que analizar todo esto, pero Philae vive", explicó el presidente del CNES, Jean-Yves Le Gall, a la emisora RTL.

El pasado 12 de noviembre, Philae se posó en la superficie del cometa, y permaneció operativo durante casi 57 horas, consiguiendo enviar datos valiosos, aunque posteriormente, al quedar en una zona oscura del cuerpo celeste, no pudo recargar sus baterías solares y entró en hibernación.

En las últimas semanas, los científicos de la misión Rosetta ya habían pronosticado que el módulo podría despertar en junio, a medida que el cometa se acercase al Sol y que las baterías solares que alimentan a Philae tuvieran la oportunidad de recargarse.

La sonda Rosetta tuvo que viajar durante diez años a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra para poder depositar en el cometa a Philae.