Una reveladora imagen muestra el espacio sideral en continuo movimiento y en estado de perpetua violencia, donde la materia está siendo acelerada, calentada o triturada a través de enormes agujeros negros, estrellas que explotan y océanos de gas hirviendo.

Toda esta información proviene del instrumento eRosita, instalado en el satélite Spektr-RG, que desde julio del año pasado está en órbita en una posición de observación a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.

Una vez estuvo en operaciones, en diciembre de 2019, comenzó a explorar las profundidades del espacio con rayos X hasta obtener la primera 'fotografía' del Universario a partir de lo que se conoce como proyección de Aitoff, que permite "desenvolver" la esfera del cielo y mostrarla como una elipse.

Finalmente, la imagen fue codificada con colores para poder entender lo que está pasando: el azul representa el reflejo de rayos X de alta energía (1-2,3 kilo-electrón-voltios, keV); el verde, los de mediano rango (0,6-1 keV), y los rojos los de menor energía (0,3-0,6 keV).

Gran parte de este plano de la galaxia está dominado por fuentes de alta energía, lo que en parte se debe a que cantidades copiosas de gas y polvo obsorven las radiaciones de energía más pequeñas. Las fuentes de estas composiciones son estrellas con atmósferas fuertes, magnéticamente activas y extremadamente calientes.

Las partes verdes y amarillas que dibujan una especie de hongo representan el gas que está adentro -y un poco hacia el exterior- de nuestra galaxia. Este material está lleno de información sobre la creación y evolución de la Vía Láctea.

Según la descripción reproducida por la BBC, el parche amarillo ubicado en la parte derecha son los remanentes de una supernova: los restos de una estrella y cuyas ondas han sobrecalentado una carcasa de gas y polvo.

La parte roja, que se observa en la parte de arriba de la foto, muestra una enorme enorme cantidad de emisiones de rayos X proviene de una zona muy lejana de nuestra galaxia. Y en los puntos blancos estamos observando los destellos conocidos de enormes agujeros negros.

De hecho, cerca del 80 por ciento de todas fuentes de datos en este nuevo mapa son agujeros negros tipo Gargantúa que residen en el centro de galaxias distantes. Estos hoyos negros bombean rayos X mientras su inmensa fuerza gravitacional continúa absorbiendo y expulsando materia.

Algunos de esos agujeros que hacen aparición en el mapa son de cuando el Universo apenas tenía 1.000 millones de años, que es menos del 10 por ciento de la edad que tiene ahora.