Luna y Saturno se encontrarán el próximo 10 de febrero, a ese alineamiento en el cielo se lo llama "conjunción", y lo que podremos observar será que la luna se encontrará con una porción iluminada del 2.1%, es decir que el fragmento lunar que podemos apreciar será muy pequeño, mientras que el sexto planeta del Sistema Solar tendrá una magnitud de 0.6°.El evento alcanzará el punto de separación más cercano, en el momento en que Saturno se aproxime 3.2° al norte lunar.

Las conjunciones se caracterizan, principalmente, por ser un fenómeno de percepción visual, ya que para atestiguar la cercanía entre ambos objetos, es necesario observarlo desde otro cuerpo celeste.

Luego, el 11 de febrero, tendremos una “Luna Nueva”, en la que se encontrará comenzando de nuevo su ciclo. Los días previos y posteriores son ideales para fotografiar el cielo nocturno porque la falta de luz lunar permitirá localizar rastros de estrellas que en otro momento, serían inapreciables.

Durante el atardecer del jueves 18 de febrero, Marte se aproximará al norte de la Luna a tan sólo 3.4°. En este instante, el satélite natural se encontrará durante fase creciente, lo que quiere decir que su porción iluminada será de 42.3%, por lo que será muy visible, e irá aumentando con el paso de los días antes de alcanzar el estado de cuarto menguante.

Otro de los nombres con los que es conocido este fenómeno es “ocultación”, ya que mientras ambos astros se encuentran, desde la perspectiva terrestre, da la impresión que uno de ellos se oculta detrás del otro. De acuerdo con los expertos, “cada que ocurre una ocultación, también ocurre un eclipse de Sol”, ya que durante este fenómeno, la Luna se mueve entre nuestro planeta y el gran astro, impidiendo la perceptibilidad de la luminosidad solar.

A tan solo un día de terminar el mes, febrero nos regalará uno de los avistamientos más sorprendentes con la llegada de la segunda Luna Llena del año. Esta vez, se ubicará en el lado opuesto de nuestro planeta lo que producirá que el Sol se ilumine completamente, contrariamente a lo que sucede durante un eclipse solar.

El plenilunio, como también se da a conocer a este fenómeno, ocurre cuando la Tierra se sitúa en medio del Sol y la Luna. El ángulo producido por este encuentro produce una elongación de 180º, aproximadamente, lo que a su vez, provoca una iluminación perfecta, pues alcanzará el 100% de su brillantez.

Fuente: El País