Después de más de una década de ser lanzada para la exploración de Saturno, sus satélites y sus anillos, la misión Cassini llegó a su fin: este viernes, acabó desintegrándose en la atmósfera del gran planeta gaseoso.

En principio, la idea era que se estrellara sobre uno de los satélites saturninos, sea Titán o Encédalo, siendo los dos que más fotografió y exploró tras llegar al lugar de destino.

Pero tratándose de los mejores lugares para buscar otras formas de vida y a pesar de que Cassini fue esterilizada antes de ser enviada al espacio, los investigadores no descartaban que microorganismos terrestres hubieran sobrevivido la descontaminación.

En ese último caso, podrían haber contaminado y destruido toda forma de vida que existiera en esos satélites, convirtiéndose la Cassini en la aniquiladora eventual de aquello que fue a buscar.

Decisión final: que la sonda se desintegrase sobre Saturno, lo que ocurrió a las 8.57 de la mañana de este viernes.