Entre los días 1 a 3 de septiembre una pequeña pero compleja masa de material solar giró durante unas 40 horas por encima de la superficie del Sol.

Se estiró y retrajo, hacia atrás y hacia adelante, por la fuerza magnética de gran alcance, en una secuencia de 14 segundos.

La temperatura de las partículas de hierro ionizado observadas en esta longitud de onda ultravioleta extrema de la luz era de unos 2,7 millones de grados Celsius.

El fenómeno fue capturado por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO) que puede registrar imágenes en muchas longitudes de onda, cada una de las cuales representa diferentes temperaturas de material, y pone de relieve cada uno de los diferentes eventos en el Sol.

El SDO se ocupa de supervisar el campo magnético del Sol, el plasma de la corona solar y la radiación solar. Esto es necesario para poder prever el clima espacial y estudiar los efectos de la radiación solar sobre las naves espaciales, satélites y los astronautas que trabajan en el espacio.