En Castelar, cinco de estos camélidos andinos podrían estar desarrollando, sin saberlo, anticuerpos que tal vez salven muchas vidas.

Viviana Parreño y su equipo equipo son las científicas a cargo del proyecto y ya tienen experiencia en el desarrollo de anticuerpos. Su primer éxito fue en 2005, cuando encontraron cómo neutralizar el rotavirus.

"A todos los neutralizaba. O sea que era una herramienta universal. Eso fue como un hito en nuestra historia, lo pudimos patentar y, bueno, ahí fue que hicimos luego Norovirus y después dijimos, bueno, vamos por influenza, en la pandemia de influenca H1N1 y ahora es esta de la covid-19", explica emocionada la científica.

El procedimiento es el siguiente. Primero se inocula en las llamas la proteína inactivada del virus para hacer reaccionar el sistema inmunológico del animal . Después se les extrae sangre para identificar los anticuerpos, que se aíslan y replican en laboratorio, con el objetivo de desarrollar un biofármaco. 

La doctora Viviana Parreño nos explica su mecanismo de acción: "El mecanismo en que éstos nanoanticuerpos funcionarían es que se van a unir a esa parte que es la esquípula del virus, esa corona del virus y entonces, al unirse ahí van a evitar que el virus pueda engancharse al receptor celular e infectar la célula humana".

El laboratorio de Desarrollo de Nanoanticuerpos trabaja para elaborar un medicamento que pueda aplicarse por vía respiratoria.

"Desarrollar una solución que se pueda dar a través de nebulizaciones, que ingrese por vía respiratoria, para pacientes que van a estar expuestos al virus o están en un estadío temprano de la infección y, si no, también estamos pensando en algún fármaco inyectable", explica la viróloga Marina Bok.