Hasta el momento, los ejemplares más antiguos de garrapata se habían encontrado en el yacimiento ambarino de Myanmar (Birmania) un lugar que, con 99 millones de años de antigüedad, también corresponde al Cretácico.

Sin embargo, un nuevo hallazgo de una pieza de ámbar  (resina fosilizada)  la Cueva del Soplao, en Cantabria, marca un hecho 
“excepcional” porque además de preservar la garrapata más antigua del mundo “contiene más de cuarenta insectos, como escarabajos, avispas, mosquitos, algún ácaro, pequeños colémbolos, restos vegetales y algunas partículas del suelo en el que cayó”.

Pieza de ámbar de la cueva del Soplao que contiene la garrapata más antigua del mundo. IGME
Pieza de ámbar de la cueva del Soplao que contiene la garrapata más antigua del mundo. IGME

Así lo explicó el investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Enrique Peñalver, en una rueda de prensa. “Creemos que pudo caer desde un árbol -probablemente de algún nido- hasta el suelo, donde, junto a otros muchos insectos, quedó atrapada en resina, una superficie pegajosa que aporta datos muy detallados del ecosistema boscoso que la generó”, apuntó el paleoentomólogo de la Universidad Complutense, Antonio Arillo.

“Las garrapatas solo se conservan en ámbar, y el ámbar español es el segundo más antiguo del mundo (105 millones de años), por detrás de los yacimientos ambarinos del Líbano (130 millones de años), y ahí no hay garrapatas”, subrayó Peñalver. 

Estos yacimientos naturales no contienen información sobre los dinosaurios sino de los primeros mamíferos, los que fueron ocupando los nichos que dejaron los dinosaurios tras su extinción.

Fuente: EFE