Un equipo de investigadores de la Universidad de Guelph, en Ontario, Canadá, pudo discriminar un tipo de células madre específico que son las que ayudan a los reptiles a regenerar sus colas una vez que la perdieron. 

Los especialistas trabajaron con una especie de gecko popularmente conocida como leopardo (Eublepharis macularius) que se caracteriza por regenerar su cola en tan solo 30 días. Además, en el rabo tiene contenida una médula espinal que también se restaura por completo.

Según el análisis realizado, las células madre ubicadas en la médula espinal de la cola del lagarto se multiplican tras perder el miembro y comienzan a generar una gran variedad de proteínas que responden a la lesión, hasta restaurar por completo la misma. Una vez regenerada la médula espinal de la nueva cola, la herida cicatriza y estas células vuelven a su estado basal.

En cambio, los humanos reaccionan a una lesión medular cicatrizando en lugar de generando un tejido nuevo, lo que promueve una curación rápida de la herida pero imposibilita la regeneración.

El estudio, publicado el pasado mes de octubre en la revista Journal of Comparative Neurology , busca pensar las células madre como una página en blanco capaz de convertirse en diferentes y muy distintos tipos de células. Unas células que pueden observarse en el desarrollo del feto humano que luego desaparecen cuando está completamente formada. 

Tras el hallazgo los científicos se preguntan ahora si la reintroducción en humanos de estas unidades celulares en un área de lesión podrían prevenir la cicatrización y, en su lugar, promover la regeneración de tejidos, órganos dañados e incluso de la médula espinal.