Este domingo, la Luna fue la gran protagonista con un evento espectacular, que se repite periódicamente, y que pudo ser disfrutado en varias partes del mundo.

El satélite se acercó al punto más cercano con la Tierra, unos 300 mil kilómetros de distancia, y por esa razón se pudo ver una Luna 30% más brillante y un 14% más grande de lo normal.

La Luna viaja alrededor de la Tierra en una órbita elíptica, lo que implica cambios de faz a lo largo de un mes sinódico y de su distancia con respecto a la Tierra. Muy de vez en cuando se produce la fase de Luna llena en el preciso momento en que alcanza el "Perigeo", es decir, la mínima distancia a la Tierra.