En la Universidad de Tsukuba, en Japón, tienen tiempo. Por lo menos como para dedicarse a transformar a las cucarachas en obedientes hormigas a su servicio. Y parece que lo lograron a través de la estimulación eléctrica que permite controlar el movimiento de varias de ellas a la vez para que hagan diferentes tareas como transportar objetos hasta dibujar.

Esta no sería la primera vez que se utilizan insectos para alguna actividad: saltamontes que detectan explosivos o medusas para abordar retos de robótica.