Un estudio del Consorcio de Oncología Infantil de Estados Unidos presentado en el congreso de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, que se lleva a cabo en Chicago, revela que la combinación del trasplante de células madre y la quimioterapia logró que sigan con vida y libre de enfermedad la mayoría de los chicos con neuroblastoma.

A tal resultado se llega después de tres años de tratamiento a chicos con ese tipo de cáncer cerebral infantil de alto riesgo, con una alta tasa de fallecimientos cinco años después de haber sido diagnosticada la enfermedad.  

El estudio refleja que, a tres años de tratamiento, el 61,4 por ciento de los pacientes que recibieron un trasplante doble estaban vivos y libres de cáncer, en comparación con el 48,4 por ciento de los que recibieron un trasplante simple.