En 2014 la NASA había anunciado el descubrimiento de más de 700 cuerpos celestes fuera del Sistema Solar, gracias a la información valiosa que ha dado el poderoso telescopio espacial Kepler, aunque ninguno tenía un tamaño similar a donde vivimos.

El telescopio ha permitido a los científicos el uso de nuevas técnicas para el análisis de datos astronómicos.

Es el responsable del descubrimiento: el hallazgo del planeta Kepler-452b forma parte de los avistamientos de otros 11 pequeños cuerpos celestes adicionales que están en zonas habitables de sistemas solares, lo que significa que pueden albergar vida.

El Kepler-452b es el candidato más parecido a la Tierra descubierto hasta la fecha y muestra intrigantes similitudes, entre ellas, que rota casi a la misma distancia que nuestro planeta lo hace alrededor del Sol. En otras palabras, tendría el potencial de tener agua en estado líquido.

Sin embargo, confirmar que tiene ingredientes vitales para albergar vida es un tema muy complicado, ya que está localizado en la constelación Cygnus a unos 1.400 años luz.

El jefe de científicos de la NASA, John Gtunsfeld, llamó a este nuevo mundo el "más cercano hasta ahora" a la Tierra, mientras que John Jenkins, analista de datos del telescopio Kepler en el Centro de Investigaciones Ames en California, agregó que "es un privilegio real dar a conocer estas noticias el día de hoy.

El nuevo mundo se une a otros exoplanetas como Kepler-186f con características similares a la Tierra, descubierto en 2014 y más pequeño, orbita alrededor de una estrella enana roja que es significativamente más fría que el Sol.

El Kepler-452b orbita una estrella que es de la misma clase que la nuestra, es sólo 4% más masiva y 10% más brillante. Lo más intrigante es que a Kepler-452b le toma 385 días dar la vuelta completa a su estrella, o sea, 5% más largo que el de la Tierra.

Suzanne Aigrain, de la Universidad de Oxford, que estuvo involucrada en el estudio del nuevo planeta dijo a la BBC que cree que "las propiedades descritas de Kepler-452b son las más parecidas a la Tierra para un planeta confrimado hasta la fecha".

Kepler-452b es un 60 por ciento más grande en su diámetro que la Tierra y es considerado por los investigadores como una "Super Tierra", aunque todavía su masa y composición no han sido determinadas.

"Podemos pensar en Kepler-452b como un mayor y más grande primo de la Tierra, que provee una oportunidad para entender el medio ambiente que rodea a nuestro planeta", dijo Jon Jenkins.