A partir de unas imágenes satelitales del estado brasileño de Mato Grosso, en la frontera con Bolivia, un equipo de investigadores logró dar con rastros de civilizaciones en áreas que, hasta el mometo, se creía que nunca habían sido habitadas. 

Las imágenes revelaron la existencia de 81 geoglifos, de distintas formas y tamaños, que probablemente se utilizaran para fines ceremoniales. Los geoglifos son figuras construidas en áreas generalmente abiertas, usando la técnica de adición de piedras con tonalidades oscuras para contrastar sobre un fondo más claro; siendo las más conocidas las líneas de Nazca- en Perú- por citar un ejemplo. 

Los científicos pasaron un mes explorando 24 lugares arqueológicos y todos contenían pruebas de que habían estado habitados en el pasado por pueblos que hasta el momento no se habían considerado. 

Se hallaron instrumentos de piedra, piezas de cerámica rotas, así como terreno enriquecido, el llamado 'terra preta', y carbón. A partir del uso de satélites, se trabajó en un área de unos 400.000 kilómetros cuadrados en el sur de la Amazonia donde podría haber 1.300 geoglifos, la mayor parte de los cuales aún no se ha encontrado.

 Sitio arqueológico Jacó Sá
Sitio arqueológico Jacó Sá

"Existe un concepto erróneo común, el de que la Amazonia es un paisaje intacto y hogar de comunidades nómadas dispersas. No es el caso", comentó  uno de los autores del estudio, el arqueólogo Jonas Gregorio de Souza, de la Universidad de Exeter, en Reino Unido.

Y agregó: "Hemos encontrado que algunas poblaciones lejanas de los ríos principales son mucho mayores de lo que se pensaba anteriormente y que esta gente dejó un impacto en el medio ambiente que todavía podemos percibir hoy en día". 

"Nuestra investigación demuestra que necesitamos reevaluar la historia de la Amazonia", afirmóJosé Iriarte, arqueólogo de la citada universidad.