Investigadores del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de San Juan hallaron este 'cementerio' compuesto por fósiles de esfenodontes, reptiles mamiferoides y reptiles cocodrilomorfos, y calculan su antigüedad en unos 200 millones de años.

Según informa la Agencia CTyS, algunos de los ejemplares descubiertos presentan marcas de mordeduras, por lo que una de las hipótesis es que estos pequeños animales fueron transportados por sus predadores al lugar del hallazgo, que comprende un área de apenas 80 metros cuadrados.

Entre las hipótesis que se manejan para semejante cantidad de fósiles, están que hubieran sido trasladados allí por sus predadores; que un evento extraordinario como una erupción volcánica los hubiera enterrado repentinamente, y que haya habido tal acumulación luego de ser arrastrados por un río, por ejemplo.

La doctora Carina Colombi relató que encontraron “un nivel exquisito con más de cien individuos, todos ellos de tamaño menor a cinco centímetros, incluidas pequeñas mandíbulas con sus dientes”, confirmando que si bien los dinosaurios sauropodomorfos eran las especies más comunes en la cuenca de Marayes, convivían con una fauna muy numerosa y diversa.

Ubicado aproximadamente a 30 kilómetros de la localidad de Marayes, en el departamento Caucete, el lugar tiene "un nivel anormalmente rico en fósiles de pequeño tamaño, lo que en paleontología se llama microsite o bone-bed de microfósiles”, detalló la investigadora.

“Este nivel se formó hace 230 millones de años atrás, durante el Triásico Superior, y junto con los yacimientos preservados en la cuenca de Ischigualasto, conforma uno de los mejores registros de la paleofauna triásica del mundo”, agregó Colombi a la ya citada agencia.