Hábitos rápidos y poderosos: cómo podés mejorar tu salud intestinal y evitar enfermedades
Con pequeños gestos cotidianos, es posible construir un camino hacia una mejor calidad de vida desde adentro hacia afuera.
En la búsqueda de una vida más saludable, la Salud intestinal se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para prevenir enfermedades y potenciar el bienestar diario. Muchas veces, el intestino es llamado “el segundo cerebro” por su influencia directa en el sistema inmunológico y en el equilibrio emocional.
Lo positivo es que no siempre se requieren cambios drásticos o dietas restrictivas para comenzar a cuidar el intestino. Existen hábitos simples, rápidos y efectivos que pueden incorporarse en la rutina diaria sin grandes esfuerzos, generando un impacto positivo en poco tiempo.
Estos son los hábitos simples e ideales para implementar y mejorar tu salud instestinal
Muchas personas no piensan en sus riñones hasta que surge un problema de salud. Por eso, el urólogo Pablo Mateo compartió siete recomendaciones fundamentales para proteger estos órganos y evitar complicaciones a futuro:
- Hidratación, pero con equilibrio. Beber suficiente agua permite a los riñones eliminar toxinas de manera eficiente. El especialista sugiere guiarse por el color de la orina: un tono claro o levemente amarillo indica una buena hidratación.
- Controlar la presión y el azúcar en sangre. La hipertensión y la diabetes son las principales causas de enfermedad renal crónica. Mateo recomienda mantener la presión por debajo de 130/80 mmHg y realizar chequeos frecuentes.
- Reducir sal y moderar proteínas. El consumo excesivo de sal eleva la presión y sobrecarga los riñones, mientras que las proteínas deben ingerirse con moderación, especialmente si hay problemas renales previos.
- Cuidado con los analgésicos. El uso frecuente de ibuprofeno, diclofenac y otros antiinflamatorios puede dañar los riñones. La automedicación debe evitarse y siempre es mejor consultar al médico.
- Mantener un peso saludable y moverse. La obesidad está relacionada con la diabetes, la hipertensión y las enfermedades renales. Hacer actividad física moderada al menos 30 minutos al día ayuda a mantener la salud general.
- Evitar el cigarrillo y moderar el alcohol. Fumar reduce el flujo de sangre a los riñones, mientras que el consumo excesivo de alcohol puede alterar la presión y dañar estos órganos.
- Hacerse chequeos periódicos. Las personas con antecedentes familiares de diabetes, hipertensión o enfermedad renal deben realizarse análisis de sangre y orina con regularidad. Detectar a tiempo cualquier alteración puede marcar la diferencia.
Cuidar los riñones es clave para la salud integral y evitar complicaciones que pueden impactar en la calidad de vida de forma silenciosa.