La maravillosa prótesis de madera, que se conservó intacta durante unos 3 mil años, no deja de sorprender a los egiptólogos de la Universidad de Basilea que hallaron el artefacto en la necrópolis de Sheikh Abd el-Qurna, en la orilla oeste del Nilo, cerca de Luxor.

La prótesis para el dedo gordo del pie derecho estaba entre las pertenencias de la hija de una sacerdote egipcio y luego del hallazgo se sometió a la misma a un minucioso análisis. 

A través de  microscopios, tecnología de rayos X y tomografías los especialistas descubrieron que la prótesis fue reinsertada varias veces al pie de su propietaria.

Tallada por un hábil artesano la pieza encajaba perfectamente en quién la usaba con una robusta correa que ayudaba al movimiento y acompañamiento anatómico. La misma  se encontró en una tumba que había sido saqueada, ahora se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo.