El descubrimiento se produjo en la playa, cerca del muelle de pescadores de Miramar y el descubrimiento fue publicado  en las 'Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados'. 

Los científicos pudieron analizar los rastros de las patas traseras y delanteras del animal que se conservaron en un sedimento de grano muy fino durante unos 50.000 años. 

Las huellas pertenecen al Smilodon populator –el más grande de las tres especies conocidas de este tipo de felinos prehistóricos– y que tienen un tamaño 20% mayor que las de un tigre de Bengala.

La huella de la pata delantera es de 17,6 centímetros de longitud y 19,2 de ancho. Los tigres diente de sable se extinguieron hace unos 10 mil años.