Considerada una proeza semejante a la llegada del hombre a la Luna, el descenso del módulo Philae sobe el cometa 67/P comienza a dar los primeros resultados visibles.

Este jueves, la sonda enviada por la Agencia Espacial Europea (ESA) remitió a la Tierra la primera imagen tomada por una nave espacial desde la misma superficie de un cometa, un hito sin precedentes en la historia de los viajes espaciales.

La imagen muestra las características en el punto de 'acometizaje', denominado Agilkia: una superficie plana cubierta de polvo, donde el módulo recibe suficiente luz solar como para mantener cargadas sus baterías.

Esto ocurre a pesar de que, según se informó oficialmente este jueves, el módulo rebotó en dos ocasiones sobre el cometa antes de quedar adherido a su superficie.

El Philae aterrizó "con gran precisión" en el lugar elegido y después sufrió dos rebotes: el primero de los 'saltos' duró una hora y 50 minutos, durante los cuales la sonda se desplazó a 38 centímetros por segundo, y el segundo lo desplazó a 3 centímetros por segundo durante 7 minutos.

De esta manera, el módulo no está exactamente donde los investigadores esperaban. De hecho, el manager en el centro de control de la ESA, Stephan Ulamec, informó que no está en paralelo a la superficie y que estaría anclado "sólo con dos de sus patas", una posición que podría ser modificada "en las próximas horas".