El estudio fue realizado durante dos años por la investigadora japonesa Mami Irimajir quien fuera hasta hace poco profesora adjunta en la Universidad de Veterinaria y Ciencias Biológicas de Tokio. 

Los resultados arrojaron que uno de cada cinco perros mayores de 8 años- lo que equivale a unos 50 años humanos- presentaron síntomas de demencia similares al Alzheimer y que la detección temprana es clave para evitar problemas mayores. 

Además se conoció que solo el 17 por ciento de los canes susceptibles de padecer demencia habían sido tratado por veterinarios. Los síntomas pueden aliviarse alterando la alimentación o el estilo de vida de los perros, informó la agencia Kyodo Irimajiri, quien espera que "los propietarios de los perros busquen consejo médico lo antes posible si notan que sus canes han envejecido de repente".

El sondeo se realizó en una muestra de 961 perros en hospitales veterinarios y perreras de Japón. Una vez desarrollada la demencia los perros deben ser tratados con calmantes aunque la prevención es clave. 

Entre los síntomas de la demencia  se incluyen los ladridos por la noche, debido a una alteración del ciclo normal de sueño y vigilia; un posible incremento de la agresividad o el que sean incapaces de sentarse u olviden sus hábitos. 

EFE