Se denomina materia oscura a la hipotética sustancia que no emite suficiente radiación electromagnética para ser detectada con los medios técnicos habituales. Sin embargo, su existencia puede deducirse de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible, detectables en el fondo cósmico de microondas presente en el universo.

Un nuevo estudio sugiere que las partículas subatómicas de materia oscura, de las cuales miles de millones pasan a nuestro través, pueden ser tan densas que estarían a punto de convertirse en pequeños agujeros negros.

El estudio publicado en la revista 'Physical Review Letters' revela que, a la velocidad que giran, los brazos espirales de las galaxias deben dirigirse hacia el espacio pero no lo hacen. Al tomar en cuenta el efecto de la gravedad, los científicos solo pueden estimar que debe existir una fuerza de unión adicional para mantener juntos estos brazos.

Así, la misteriosa y casi indetectable materia oscura podría intervenir allí como el elemento capaz de prevenir que las galaxias se rasguen o disgreguen definitivamente.

Hasta el momento, las llamadas partículas masivas de interacción débil (WIMP, en inglés) eran consideradas como las principales candidatas a ser consideradas como materia oscura, pero el nuevo estudio sugiere que no, sino que se trataría de algo aún más exótico, de una sorprendente densidad.

En concreto, hablamos de partículas que, individualmente, tendrían una masa 10 billones de billones superior que la de un protón; esto es, aproximadamente la de una célula humana, en promedio; "casi tanto como una partícula podría serlo antes de convertirse en un agujero negro en miniatura", explicó McCullen Sandora, investigador en la Universidad del Sur de Dinamarca y autor del estudio.

En el modelo presentado por los científicos, estas partículas subatómicas increíblemente densas podrían haber aparecido en el 'resplandor' del Big-Bang. Poco después, hubo un período conocido como 'inflación cósmica' o expansión ultrarrápida y enfriamiento del universo.

Según este nuevo estudio, la expansión se desaceleró repentinamente y la inflación terminó; a medida que ello ocurría, el universo volvió a calentarse y los autores sugieren que fue precisamente durante esa instancia que estas partículas superpesadas se forjaron.