Más de 500 chips instaló la empresa británico-polaca Walletmor, la primera en implantar chips de pago pago en el brazo. 

Es una tendencia que sin dudas va a crecer en los próximos años y que recién empezamos a ver su despertar.

Según informó el sitio Ámbito.com, los implantes se basan en la identificación por radiofrecuencia (RFID). Es la misma tecnología que se encuentra en ciertas tarjetas físicas de débito y crédito.

En concreto funcionan a través de la Near-Field Communication (conexión de proximidad), se pueden abonar cualquier tipo de producto o servicio en caso de que acepten "pagos sin contacto".

"El implante se puede usar para pagar una bebida en la playa de Río, un café en Nueva York, un corte de cabello en París, o en su supermercado local", dijo Wojtek Paprota, fundador y director ejecutivo.

Según datos de la compañía cada vez son más las personas que quieren implantarse un chip o que lo harían si la tecnología estuviera al alcance su mano, con tal de abandonar las tarjetas de plástico. 

"El implante debe estar dentro del campo electromagnético de un lector RFID [o NFC] compatible. Solo cuando hay un acoplamiento magnético entre el lector y el transpondedor el implante puede ser leído", dijo Patrick Paumen, un hombre que tiene uno bajo la piel de su mano izquierda.