Hace unos días publicábamos el ranking de las diez mejores playas del mundo, según usuarios de Tripadvisor, incluyendo a continuación algunas –sin rankear– de nuestra costa atlántica, como para destacar algunas bondades del terruño.

Y bien, habrá que ir eligiendo alguna si lo que se quiere es conservar o mejorar la salud, porque la ciencia acaba de probar lo que para muchos parecía obvio: vivir cerca del mar hace muy bien.

En concreto, expertos de la Universidad de Michigan probaron que la cercanía del mar tiene se relaciona directamente con la reducción del estrés psicológico, en principio porque el ambiente incentiva la práctica regular de actividades físicas, que son extremadamente importantes para la salud mental.

Además, el aire salobre mejora el sistema respiratorio y está especialmente recomendado para personas que sufren enfermedades vinculadas al asma, bronquitis o incluso diferente tipo de alergias.

Vivir cerca del océano aumenta también las posibilidades de exposición al sol, que favorece la producción de vitamina D, fortaleciendo el sistema inmunológico, y por si fuera poco eleva los niveles de endorfinas, reduce el riesgo de cáncer y mejora la circulación y la salud de los huesos.

Otro estudio de la Universidad de Exeter, en el Reino Unida, añade a todos estos beneficios palpables aquellos que tienen que ver con lo impalpable: el sonido del mar activa el córtex prefrontal del cerebro, área asociada con las emociones y autorreflexión, y así aumenta el potencial de bienestar y la capacidad de autoconocimiento.

Para terminar, vale señalar que las olas del mar generan una evidente sensación de paz y equilibrio.