La operación se realizó el viernes pasado y demostró por primera vez que el corazón de un animal puede seguir latiendo en un ser humano sin un rechazo inmediato.

El paciente David Bennett, de 57 años, que no era apto para un trasplante humano, está bajo vigilancia médica para determinar cómo funciona el nuevo órgano.

Entrevistado por TN, el médico Sergio Perrone explicó cómo es que es posible que el corazón de un cerdo funcione en un humano. "Tenemos muchos más parecidos con los cerdos que con los simios", explicó. 

Respecto las razones por las que Bennett aceptó el trasplante, dijo una frase contundente: "Era morir o someterme a este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un disparo en la oscuridad, pero es mi última opción".

El paciente, quien ha pasado los últimos meses postrado en cama con una máquina de soporte vital, añadió: "Espero levantarme de la cama una vez que me haya recuperado".

La Administración de Alimentos y Medicamentos otorgó una autorización de emergencia para la cirugía la víspera de Año Nuevo, como última posibilidad para un paciente que no era apto para un trasplante convencional.

"Esta fue una cirugía revolucionaria y nos acerca un paso más a la solución de la crisis de escasez de órganos", dijo Bartley Griffith, quien trasplantó el corazón de cerdo.