Parece de ciencia ficción, pero es real. Científicos debaten si un cuerpo celeste interestelar que se encuentra en nuestro sistema solar es o no una nave alienígena. 

El asteroide se descubrió en octubre de 2017 y fue bautizado como Oumuamua, que significa 'primer mensajero' en hawaiano, en alusión a que se trataba del primer asteroide que llegó a la zona desde otra galaxia.

La polémica estalló cuando desde el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (Massachusetts, Estados Unidos) dijo estos días que podría tratarse de una "sonda alienígena". La astrofísica Katie Mack, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EE.UU.), dijo en Twitter que estima posible que los propios autores "no creerán" su hipótesis hasta que "todas las demás posibilidades se hayan agotado decenas de veces".

Un estudio publicado en marzo en Astrophysical Journal Letters', cuando el objeto se vio por segunda vez, indicó que Oumuamua "tiene forma de puro cuando está cerca de su menor energía rotacional y de esferoide extremadamente achatado cuando está cerca de su mayor estado energético".

Por otro lado, llamaba la atención que tenga forma de un 'frisbee' cuando se desacelera, en lugar de ir rotando suavemente. También indicaron que al acercarse Sol saliera despedido en dirección contraria y acelerando mucho más, indicó el sitio El Confidencial.

La hipótesis de quienes sostienen que es una nave, sugieren que se trate de un objeto tecnológico que ya no está en actividad, que llegó a esta zona como un barco de guerra antiguo y abandonado que naufraga errante varios años. 

Según los que sostienen que es una obejto 'natural' los movimientos extrañosn se deben a que bajo la superficie de este objeto se acumulan muchos gases congelados que al acercarse al sol aumentan de temperatura y escapan del asteroide, lo que propulsa al objeto en otras direcciones que la gravitacional. 

El astrofísico Alan Fitzsimmons, de la Universidad de la Reina en Belfast (Irlanda del Norte, Reino Unido), "se basan en números con grandes incertidumbres", citó el portal RT. "Me encantaría que hubiera pruebas convincentes de que hay vida extraterrestre, pero este no es el caso".