Un equipo de geofísicos británicos y estadounidenses publicaron un informe con serias pruebas que describen una posible catástrofe que llegaría a afectar a más de 500 millones de personas: las comunidades asentadas en las zonas aledañas a los deltas fluviales estarían ante un gran riesgo, según el estudio. La investigación tomó estado público en la revista científica 'Science Advances'.

Los especialistas recrearon en condiciones de laboratorio, una inundación provocada por el calentamiento global, y el resultado demostró que los desbordamientos de grandes ríos como el Nilo, el Amazonas, el Ganges o el Misisipi provocarían graves inundaciones en los vastos territorios de sus deltas. 

Como primer paso, establecieron estudios del principio de semejanza hidrodinámica y crearon un modelo de inundación, en función de analizar mecanismos y factores causantes: entre ellos se destacan el aumento del nivel del mar y la intervención humana, traducida en la erosión y el derrubio de los deltas.     

El objetivo que persiguieron los científicos apunta a reducir las consecuencias de los desastres naturales y salvar millones de vidas con un accionar preventivo. Como principal dificultad a enfrentar, establecieron que se debe  prestar atención a cómo se ve afectado el material detrítico, transportado y depositado por una corriente de agua que moldea los deltas fluviales, ya que con estas crecidas se reorientan a la costa o al mar, debilitando la capacidad del río de contener volúmenes masivos de agua.