Grande fue la sorpresa de Antonio Cherey, encargado de la obra para un hotel de nueve pisos en Montevideo 937, cuando vio los extraños objetos que emergían de la tierra tras el trabajo de las palas mecánicas.

Hizo detener el trabajo, llamó al arquitecto Federico Eliaschev, entendieron que se trataba de restos fósciles y se comunicaron con la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Ciudad para analizarlos.

Un equipo del área de Arqueología y Paleontología acudió al lugar y confirmó el hallazgo: costillas y clavículas de un mega-mamífero herbívoro de más de una tonelada de peso y casi tres metros de longitud, que habitó la región Pampeana hace unos 100 mil años.

"Se trata casi con seguridad de un perezoso gigante, que se extinguió junto a otras especies hace unos 10 mil años y convivió con los humanos", indicó al diario Tiempo Argentino Horacio Padula, coordinador del área de Registros Fósiles de la Dirección.

El perezoso encontrado tenía pelaje, podía pararse en dos patas y con garras de más de 20 centímetros, y cavaba sus propias cuevas subterráneas. Convivía con tigres dientes de sable, gliptodontes, mastodontes parientes de los mamuts, y los osos de mayor tamaño que alguna vez habitaron la región.