Con el objetivo de probar su útero artificial, los médicos del Hospital Infantil de Filadelfia, Estados Unidos colocaron corderos que nacieron de forma prematura en bolsas transparentes que recreaban el útero y conectaron sus cordones umbilicales a una máquina que oxigenaba su sangre.

Por cuatro semanas que duró su permanencia en el útero artificial, los corderos pudieron desarrollar órganos como el cerebro o los pulmones durante cuatro semanas.

Lo importante de este experimento es que estos úteros artificiales “podría llegar a ser efectivo con niños extremadamente prematuros –aquellos que nacen entre las 23 a las 25 semanas de gestación”, aseguraron los científicos en la publicación que dio la vuelta al mundo.

“Gracias a este nuevo dispositivo, estos pequeños podrían tener tiempo para desarrollar adecuadamente sus pulmones, su corazón, su cerebro y su frecuencia respiratoria, entre otros, afirmaban los expertos”, durante la presentación de un útero artificial que emula las condiciones en el interior del útero materno.

Ahora, a 10 meses de ese logro, estudiantes del Instituto de Artes de Arnhem, en los Países Bajos, crearon un prototipo de útero artificial que tiene como objetivo desarrollar bebés fuera del vientre materno. Según los desarrolladores de la idea más artística que científica, la incubadora sería capaz de desarrollar un bebé obtenido por inseminación artificial desde casa, publicó Infobae.