El Arsat-1 comenzará a operar telecomunicaciones a finales de diciembre o principios de enero y en el primer día del satélite en el espacio, desde la base, se vivió con controles intensos y mucho trabajo.

Después de constatar que el satélite responde a las órdenes, que las piezas y componentes están en perfecto estado, comenzará la tarea de elevarlo al lugar definitivo. "Este tiempo de pruebas, demandará un mes o mes y medio", precisó el presidente de ARSAT, Matías Bianchi en diálogo con Télam.

Bianchi estima que el satélite ARSAT-2, que ya está terminado en Invap, será puesto en órbita a mediados del año que viene, con lo cual pasará a ocupar la posición 81, la segunda adjudicada al país, y las tareas de ambos serán complementarias.

El ARSAT-1 es una banda KU, pero el 2 será un poco más complejo. Tendrá tres antenas y una cobertura hemisférica. Cuenta con la banda KU, pero agregará la CE, que es la banda para trasmitir contenidos audiovisuales.

El ARSAT-2 tendrá un sensor que mire al cielo, dibuje el mapa galáctico e interprete cuál es la posición en el espacio. Se hará cargo, en especial, del transporte de contenidos audiovisuales argentinos, que ascienden al 70 por ciento de lo que se produce en el mercado televisivo de habla hispana.

El proyecto de la empresa ARSAT de construir dos satélites geoestacionarios demandó una inversión de 520 millones de dólares, naves que garantizarán las telecomunicaciones locales, la provisión de Internet a las 2500 escuelas rurales del país y zonas remotas y la exportación de contenidos audiovisuales.