Un estudio publicado en la prestigiosa revista Science, realizado por científicos de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, basado en un modelo estadístico que toma en cuenta gran variedad de tipos de enfermedades oncológicas, indica que el origen de los tumores no siempre están relacionados a malos hábitos de vida o cuestiones hereditarias.

Ciertos tipos de cáncer obedecen a menudo a 'mutaciones aleatorias' que se producen en el proceso de división celular, y no tanto a causas genéticas o a un entorno desfavorable, según afirmaron los investigadores estadounidenses.

Dos tercios de los cánceres producidos en adultos pueden explicarse por mutaciones genéticas aleatorias que hacen que los tumores crezcan, mientras que solo un tercio son consecuencia de factores genéticos o de un entorno desfavorable.

El informe excluye el cáncer de mama -el más frecuente entre las mujeres- y el de próstata, el segundo más habitual entre los hombres después del cáncer de piel.

"Este estudio demuestra que uno puede aumentar las posibilidades de contraer cáncer si fuma o si mantiene malos hábitos de vida", subrayó uno de los autores de la investigación, Bert Vogelstein, profesor de oncología en la universidad de medicina Johns Hopkins.

"Sin embargo, numerosas formas de cáncer se deben sobre todo a la mala suerte y a una mutación de un gen que provocará un cáncer, sin relación alguna con el modo de vida o factores hereditarios", señaló.

Las personas que viven mucho tiempo sin contraer cáncer a pesar de ser fumadoras o exponerse al sol sin protecciones particulares no tienen por qué tener necesariamente buenos genes: "La realidad es que muchas de ellas tienen simplemente mucha suerte", comentó Vogelstein.

Para este estudio los investigadores analizaron el proceso natural de renovación celular en el cuerpo humano, que permite al cuerpo reemplazar las células que mueren en los diferentes órganos.

"Cambiar nuestros hábitos de vida será muy útil para evitar algunos tipos de cáncer, pero no tendrá ninguna eficacia en otros", observó Cristian Tomasetti, biomatemático y profesor adjunto de oncología en Johns Hopkins.

"Deberíamos destinar más recursos a detectar estos tipos de cáncer aleatorios en estadio precoz, curable", concluyó.