¿Y vos de qué te reís?
No entiendo al gusto irónico. Me resulta un poco extraña esta nueva moda que funciona como en una especie de lavarropas gigante. Lo que es malo me gusta por malo y por eso deja de serlo y entonces me gusta más.
Creo que lo popular no necesariamente es bueno, tampoco necesariamente es malo. Hay parámetros generales. Están establecidos y no suelen dar una idea de cuándo algo tiene calidad o no y me da la sensación de que la realidad es que no te gusta, te parece una mierda, entonces, ¿cuál es el sentido?
Con nuestros gustos irónicos le estamos dando valor a algo qué intrínsecamente no lo tiene. No sé, me gustaría hablar de los personajes de Twitter, pero prefiero no nombrarlos porque termina siendo todo parte de lo mismo. Está lleno de cuentas bizarras, de gente que se hace la loca y otra que lo está. Mujeres que suben fotos desnudas, hombres que inventan historias de amor, que se ponen en lugares incómodos, extraños, pero lejos de respetar o acostumbrarse, hay tres mil, cinco mil o diez mil personas que los siguen, incentivan y aplauden en algo que, al menos un 70% de todos ellos, saben que no da.
¿Te reís porque sabes que vos son mejor o, por lo menos, no estás loco?
No estar loco y reírte del que sí lo está  me parece bastante choto. Alguna vez me he reído a lo bajo de algunos personajes pero tengo en claro que, en definitiva, nosotros, que nos creemos sujetos a nuestro mundo de las comodidades de la realidad, inteligentes y superiores, terminamos del otro lado. Babeando y sobre el teclado.
Podrás decirme que vos no te reís sino que admirás a estos personajes que están más allá de la realidad, son simplemente berretas o malos. La verdad es que yo no te creo demasiado. A vos no te importa pero mí sí.
Esa reivindicación de cosas de mierda simplemente por ser de mierda sólo puede generar más cosas de mierda.
Lo peor es que creo que en algún lado repercute. Las cosas buenas realmente buenas, hechas con esfuerzo, laburo y fundamentos, miran cómo aplaudís cual mono de la selva algo que es malo porque vos sos lo suficientemente bueno para darte cuenta de que lo es.
No sé. Creo sería bueno ponernos un poco más serios a la hora de calificar los gustos o analizar por qué nos copa algo. Sé que la gente odia a la Fermina anti, pero informo que estamos casi en igualdad de condiciones. La única diferencia es que yo no me meto con la gente sino con actitudes. Y leer a muchos reivindicando cosas patéticas sabiendo que saben que son patéticas, termina siendo patético.

No entiendo al gusto irónico. Me resulta un poco extraña esta nueva moda que funciona como en una especie de lavarropas gigante. Lo que es malo me gusta por malo y por eso deja de serlo y entonces me gusta más. 


Creo que lo popular no necesariamente es bueno, tampoco necesariamente es malo. Hay parámetros generales. Están establecidos y no suelen dar una idea de cuándo algo tiene calidad o no y me da la sensación de que la realidad es que no te gusta, te parece una mierda, entonces, ¿cuál es el sentido? 


Con nuestros gustos irónicos le estamos dando valor a algo qué intrínsecamente no lo tiene. No sé, me gustaría hablar de los personajes de Twitter, pero prefiero no nombrarlos porque termina siendo todo parte de lo mismo. Está lleno de cuentas bizarras, de gente que se hace la loca y otra que lo está. Mujeres que suben fotos desnudas, hombres que inventan historias de amor, que se ponen en lugares incómodos, extraños, pero lejos de respetar o acostumbrarse, hay tres mil, cinco mil o diez mil personas que los siguen, incentivan y aplauden en algo que, al menos un 70% de todos ellos, saben que no da. 


¿Te reís porque sabes que vos sos mejor o, por lo menos, no estás loco?


No estar loco y reírte del que sí lo está  me parece bastante choto. Alguna vez me ha causado gracia alguno de estos personajes pero tengo en claro que, en definitiva, nosotros, que nos creemos sujetos a nuestro mundo de las comodidades de la realidad, inteligentes y superiores, terminamos del otro lado. Babeando y sobre el teclado.


Podrás decirme que vos no te reís sino que admirás a estos personajes que están más allá de la realidad, son simplemente berretas o malos. La verdad es que yo no te creo demasiado. A vos no te importa pero mí sí. 


Esa reivindicación de cosas de mierda simplemente por ser de mierda sólo puede generar más cosas de mierda.

Lo peor es que creo que en algún lado repercute. Las cosas buenas realmente buenas, hechas con esfuerzo, laburo y fundamentos, miran cómo aplaudís cual mono de la selva algo que es malo porque vos sos lo suficientemente bueno para darte cuenta de que lo es.

No sé. Creo sería bueno ponernos un poco más serios a la hora de calificar los gustos o analizar por qué nos copa algo. Sé que la gente odia a la Fermina anti, pero informo que estamos casi en igualdad de condiciones. La única diferencia es que yo no me meto con la gente sino con actitudes. Y leer a muchos reivindicando cosas patéticas sabiendo que saben que son patéticas, termina siendo patético.