"Hace algunas semanas, dos lindas niñas chinas, llamadas Lula y Nana, vinieron al mundo sanas como cualquier otros bebés. Las niñas están en casa con su mamá Grace y su papá Mark", arranca el video de Youtube del genetista He Jiankui.

A continuación, el científico cuenta que la diferencia con otros niños que se gestan en probeta es que, antes de continuar con sus desarrollos, los embriones fueron intervenidos genéticamente para hacerlos resistentes al virus del VIH.

Si bien en las primeras horas se armó un gran revuelo por el avance y a la vez la controversia ética que esto implica, ya hay dudas de que He realmente haya logrado lo que dice. 

La investigadora del Instituto de Bioética de la UCA, Graciela Moya, consideró hoy que es "absolutamente cuestionable" desde la ética la creación de dos bebés modificadas genéticamente para hacerlas resistentes al VIH.

"Esta experimentación con seres humanos es absolutamente cuestionable éticamente, en primer lugar porque la finalidad de la investigación es generar conocimiento, pero centrándose siempre en la persona humana y su protección, porque de lo contrario vamos a terminar como en (los campos de concentración nazis de) Nuremberg", aseguró a Télam Graciela Moya, investigadora del Instituto de Bioética de la UCA.

Esta doctora en biomedicina y especialista en génetica recordó que la bioética prescribe que "es la ciencia la que está al servicio de la persona y no al revés".

"En este caso se ve que, al no haber cumplido todos los pasos que requiere la introducción de la técnica de modificación del ADN llamada de Crispr-Cas en seres humanos en etapa embrionaria, e implantarlos luego cuando no está completamente confirmado que no produce algún daño, se genera una situación en que la persona es un medio para el avance científico", agregó.

La especialista señaló como un cuestionamiento adicional que se aplique "a niñas sanas" a las que no se quiere curar de una enfermedad sino que se las somete a "un mejoramiento genético", que si bien "les daría una ventaja adaptativa" respecto al HIV, la variación en la información genética a través de la cual se lo consigue "aumenta a su vez el riesgo de que se infecten con el virus del Nilo".

Por último, la especialista recordó que a nivel internacional "hay consensos internacional que todavía no se puede aplicar el Crisper-Cas en embriones que van a ser transferidos en el útero materno" y que la investigación del genetista chino He Jiankui "no fue publicada en una revista científica", lo que habría significado haber sido sometida a estrictos controles científicos y éticos.

"En bioética no cuestionamos finalidades sino medios. Nadie discute que estos adelantos serían buenos, sino cómo llegamos a ellos y cuánta protección le damos a las personas sobre la que experimentamos", concluyó.