El parque acuático Schlitterbahn, en Kansas City, Estados Unidos, consta de un tobogán, llamado "Verrückt" -"Loco", en alemán- que tiene 51 metros de altura, siendo así el más alto del mundo.


Si bien todavía no se inauguró, los responsables del parque ataron una cámara a un saco de arena para mostrar el recorrido del tobogán en primera persona.