Fue durante un apareamiento entre dos sepias (Sepia officinalis) que se dio una lucha entre dos machos.  Después de la cópula, el macho escoltó a la hembra, más pequeña que él, hasta un lugar donde dejar sus huevos.

Sin embargo, otro macho trató de desplazarlo y se trenzaron en una lucha que incluyó tinta y demostración de poder.