Lo maravilloso de esta historia es que Mandy Harvey es sorda, pero aún así no se dejó caer y demostró que tiene una bellísima voz para el canto y para la composición a pesar de su discapacidad. 

La participante tiene 29 años y llevó consigo a su intérprete, Sarah, quién le traducía en lenguaje de señas todo lo que el jurado le diría, además de contar que a los 18 años perdió la audición producto de una enfermedad, pero que ello no le impidió perseguir su sueño, dedicarse a la música. Así que tomó clases, entrenó mucho y hasta se animó a componer sus propias obras. 

De esa manera llegó al programa de talentos más visto de la televisión estadounidense, donde decidió cantar un tema de su autoría: "Try" ('intentar'), que habla sobre no darse por vencido.

Su presentación fue tan deslumbrante que nadie lo podía creer, ni el jurado ni los espectadores. Muchos lloraban de emoción, incluida la propia Mandy. Cuando Simon Cowell presionó el 'Golden Buzzer', un botón que la clasifica de forma directa a los cuartos de final, no tenía dónde descargar tanta alegría.